Todo lo que existe
10.03.2014
Raúl, un joven de veintitantos, recibe un brutal paliza mientras vigila el chalé de un mafioso. Ahora necesita respuestas y solo tiene un punto de partida: el rastro de un padre ausente. Una novela que nos habla de sueños de juventud, de héroes malditos y de las claves que nos permiten hallar nuestro lugar en el mundo.
Tras sufrir una agresión a cargo de unos matones, Raúl toma conciencia de la falta de rumbo que gobierna su vida. El suceso ha ocurrido mientras vigilaba la finca en construcción de León Cuervo, delincuente acomodado. Y todo el asunto parece estar conectado con el turbio pasado de su padre, un toxicómano de quien Raúl lleva tiempo sin tener noticias.
Además de la confusión como sello personal, ¿qué más ha heredado Raúl de su progenitor, ahora en paradero desconocido? ¿Le aguardan más cuentas pendientes? Raúl sigue las huellas de la memoria en un trayecto que incluye tropiezos amorosos, lecturas reveladoras y esa clase de nostalgia, implacable, que solo evocan las canciones que uno escuchó por primera vez a los quince años. Las raíces de su historia familiar se hunden en las calles del Madrid de los ochenta, donde su padre fue víctima de una paradoja envenenada: la búsqueda de la propia identidad en la autodestrucción.
Raúl descubrirá que la memoria, una vez puesta en juego, es incontrolable. Y que la juventud es dulce y breve. Pasa volando, y solo en la distancia se aprecia su carácter milagroso.
«En nuestro siglo tenemos que proponernos construir a través de la ficción un nuevo mito en el que mujeres y hombres caminen de la mano. En el que la cuestión de género no sea más importante que la de sensibilidad, inteligencia o cultura.» Ángeles Sánchez Domínguez
«Esta novela toca la fibra sensible. Es, quizás, el imaginario común de una generación». Carlos Taboada, socio de Vizcaya