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Inauguración de la nueva sede de La Naval (La Verdad)

22.12.2024

LA NAVAL ESTRENA UBICACIÓN EN CARTAGENA CON EL BELÉN DE ANTONIO BALLESTER MOREN

Ángel Mateo Charris contempla la obra 'Struth', de Javier Arce, junto a dos visitantes en La Naval, que ayer estrenó local en Cartagena. ANTONIO GIL / AGM

Ángel Mateo Charris contempla la obra 'Struth', de Javier Arce, junto a dos visitantes en La Naval, que ayer estrenó local en Cartagena. ANTONIO GIL / AGM

Ángel Mateo Charris contempla la obra 'Struth', de Javier Arce, junto a dos visitantes en La Naval, que ayer estrenó local en Cartagena. ANTONIO GIL / AGM

Este nuevo espacio en la plaza de la Merced, en el que se exponen varias obras de la colección, acogerá el 5 de enero un concierto de Fito Conesa

 

En La Naval todos los años montamos un belén y contamos con la participación de algún artista. En esta ocasión, hemos elegido exponer un belén que diseñó para La Naval en 2013 Antonio Ballester Moreno, un artista con una trayectoria nacional e internacional fabulosa que creó un belén expresionista, en cerámica, maravilloso», explica el arquitecto Martín Lejarraga sobre esta obra expuesta en la sede de La Naval, que estrenó ayer su nueva dirección, en la plaza de la Merced esquina Duque, de Cartagena.

Este belén formó parte también de la exposición 'Teorema', compuesta por obras de la colección La Naval, perteneciente a Lejarraga y el artista plástico cartagenero Ángel Mateo Charris, que se inauguró el 30 de mayo en el Museo de Bellas Artes de Murcia (MUBAM), comisariada por el artista poliédrico Fito Conesa.

«Además de la galería, hemos habilitado una salita para tener algunas exposiciones temporales, realizar presentaciones de libros y dar cobijo a otras actividades», explica el arquitecto sobre el nuevo local, ubicado en «un lugar mítico de Cartagena, ya que antes el espacio lo ocupaba la Cafetería Puerto Rico, muy conocida, que coincidió con la época de mayor esplendor de la plaza de la Merced, o plaza del Lago, como se le llama popularmente. El local cerró y su cierre coincidió también con una época de declive de toda la zona y de deterioro urbano en general. La plaza está ahora mismo en un momento raro, con las excavaciones arqueológicas a medias y pendiente de que el Cine Central se rehabilite», afirma. «Nosotros queríamos, de alguna forma, apostar por un lugar que ha sido importante para la ciudad y contribuir a que haya más actividad en la zona gracias a iniciativas que nazcan no solo desde lo público, sino también desde lo privado, aunque sean a muy pequeña escala, como la nuestra», asegura el arquitecto.

Además, para dar la bienvenida a 2025, La Naval ha programado un concierto el 5 de enero, víspera del Día de Reyes, a las 19.00 horas, a cargo de Fito Conesa. La propuesta está inspirada en la obra que el cartagenero realizó como artista residente en la Sala Oval del MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) en el que trabajó sobre las 'sonoridades perdidas' del museo revolviendo documentos, archivos, partituras y objetos vinculados a la performatividad musical del órgano.

Efecto transversal

La nueva sala de La Naval muestra una selección de las piezas que estuvieron expuestas en el MUBAM «para que la gente tenga la oportunidad de asomarse y ver algunas de estas obras que creemos que son bonitas y que pueden dar juego. Son muy poquitas, de gran formato y hay un poco de todo. Hay escultura, tres o cuatro piezas más tradicionales de pintura y un gran papel arrugado ['Struth'(2006)] de Javier Arce. Diferentes formatos y soportes para producir un efecto transversal en el espectador».

Las obras pertenecientes a los fondos de Martín Lejarraga y Ángel Mateo Charris se han expuesto en diferentes ocasiones en Cartagena, Madrid y, recientemente, en Murcia, con 'Teorema'. Fito Conesa fue el encargado de seleccionar medio centenar de piezas de una amplia colección bajo su criterio propio para generar un recorrido con diálogos de forma directa en la muestra del MUBAM.

 

«Coleccionar en la mayoría de ocasiones va más ligado a lo espontáneo, a la necesidad de poseer y de tejer un recuerdo que a un ejercicio matemático o preconsensuado. Un día caes en la cuenta de que ya no hay marcha atrás y de que tu 'timeline' se servirá de esos puntos para trazar una historia que hable de lo que fui, soy y seré. Las constelaciones de objetos y los lugares que habitamos, son nuestra melodía sinuosa o nuestros acordes de fondo, esos que sujetan la voz principal de la que nos sentimos poseedores», explicaba Conesa a propósito de la exposición 'Teorema', sobre «una colección de arte como La Naval», que «no rellena huecos o cubre vacíos en nuestro afán tardocapitalista», ya que «una colección de arte es ecosistema en sí misma, una maraña de emociones que encierra afectos, posibilidades pero también riesgo, incertidumbre y en definitiva texto no escrito, aire sintáctico».

«Caminar sin prestar toda la atención en los pasos dados nos permite, por un lado, avanzar sin miedo y atravesar parajes complejos y, por otro, desbloquear el gps de algunos mapas, abriendo una vía nueva a la exploración y al deseo. De esta manera opera La Naval, una colección que nace como un murmullo cómplice hasta pasar a ser elemento y argamasa cultural», continúa el cartagenero, para quien La Naval «produce, multiplica y reproduce propuestas artísticas que se mueven entre el objeto único y la edición, pero lo más importante, genera una red de vínculos que si bien son invisibles 'a priori', crean una estructura sólida y amortiguadora en los días en los que 'el detrás de las cosas' se difumina y se desacelera».

 

Foto: Ángel Mateo Charris contempla la obra 'Struth', de Javier Arce, junto a dos visitantes en La Naval, que ayer estrenó local en Cartagena.  ANTONIO GIL / AGM