Playtime (matando al hombre viejo). 2009. Óleo sobre lienzo. 150 x 200 cm.


El gran cambio en las tendencias formales que supuso la irrupción de la Bauhaus en la Europa de los años XX se recrea en Playtime (matando al hombre viejo) por medio de una escena de lo que parece un crimen y en la que se ven involucrados unos personajes característicos del cine policiaco, un robot sesentón y una decoración entre deco y japonesista. La víctima sujeta una moldura y el artefacto, que parece ser el culpable del suceso, lleva el logotipo de la Bauhaus claramente visible. La escuela alemana introdujo un nuevo tipo de racionalidad en el diseño pero también un sentido del juego a través de la experimentación y lo lúdico, a lo que se alude tanto en el mismo título como en el gran juguete ampliado que es el robot. Al mural orientalista y pintoresco, una adaptación de un grabado de Hokusai, se opone una estética internacional y una fe optimista en la técnica y en la idea de progreso que pretendía acabar con los excesos ornamentales y regionalismos a través de la lucidez.
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