Charris
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¿Quién dijo que el arte era soso?

2011

Díez, Gontzal

 
Sal -toneladas de sal-, brumas metafísicas e insomnios, pinceladas minuciosas, torres y laberintos... Viajeros estadounidenses, sirios y españoles. El viaje entendido como experiencia física y sensorial es el hilo conductor del séptimo ciclo de La Conservera de Ceutí. «En un mundo lleno de prejuicios, como es el del arte contemporáneo, esta propuesta llena de objetos no deja de ser sorprendente», según el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz.
 
La estadounidense Maureen Gallace (Stamford, 1960) dibuja paisajes de luz, casas bañadas por el sol con reminiscencias de Hopper y Morandi. Su itinerario parte de Connecticut y Cape Cod y tiene como destino final Cartagena. Mínimos formatos para una geometría se sensaciones.
 
Dos viajeros cartageneros, Ángel Mateo Charris y Gonzalo Sicre, muestra el cuaderno de bitácora del «territorio pintado» de Ostende, en la costa belga, la ciudad de Ensor y de otro enigmático creador: León Spilliaert, pintor simbolista, insomne, tenebrista de lo aparentemente sencillo, con unas espeluznantes visiones nocturnas. Charris y Sicre, como ya lo hicieran con Hopper, miran, se apropian, quitan y no pierden nunca su personal pincelada 'Insomnio' es una mirada alucinada y oscura. Extrañas calaveras, dos escapistas atados -Lenin y el propio Spillaert-, pompas de jabón… Allí está la playa 'real' de Ostende que ha recreado el arquitecto Martín Lejárraga y el estudio de Charris y Sicre (incluida una perdiz disecada).
 
170 toneladas de sal es el material empleado por el valenciano Jorge Peris (Alcira, 1969). Una gran torre de sal y una extraña fortaleza sin puertas y una pequeña ventana. ¿Qué secreto ocultará? El viaje de este artista nómada se inicia en las salinas rosas de San Pedro del Pinatar y finaliza en el espectral paisaje de Uyuni, en Bolivia, el mayor saladar desierto del mundo, con una superficie de 12.000 km², a 3.650 metros de altitud. «Algo único», reconoce. Sal y sal.
 
La siria Diana Al-Hadid (Aleppo, 1981) muestra unas arquitectónicas barrocas con formas de torres, catedrales laberintos y órganos de iglesia. Arquitectura invertida, recargada y frágil. Su viaje se inicia en Brooklyn, lugar en el que vive y trabaja, y tiene como destino Madrid, Murcia y Mallorca. Su visitas al Museo de Santa Clara (allí descubrió, con «asombro y emoción», el 'Músico tocando el mizmar', pintura al temple del siglo XIII) y a la catedral de Murcia se convierten en referencias obligadas para la concepción de la exposición que incluye una pieza 'musical' con referencias al Rey Lobo.
¿Arte soso? Pasen y prueben. ¡Cuidado con la tensión!


Fuente:

La Verdad, 17.09.11