El arte del acoplamiento. 2006. Óleo sobre lienzo. 200 x 600 cm.

Una reflexión sobre la creación y la pintura en el contexto contemporáneo.
En “Welcome to the House of Painting”, Charris propone una puesta en escena en las que las alusiones a la deriva de los tiempos, a las relaciones entre la sociedad y el arte, y a los cantos de sirena mediáticos, se trenzan en una fábula en torno al acto creativo.

La exposición se articula en torno a la pieza “El arte del acoplamiento”, un gran friso de la modernidad en clave alegórica. En esta obra el escenartio , presidido por los rotorelieves del omnipresente Marcel Duchamp, acoge a un grupo de oficiantes/entretenedores (ilusionistas, equilibristas, acróbatas) que se concentran en sus habilidades bajo la mirada del público/espectador. Los rojos de las telas pintados se repiten en las cortinas que abren y cierran la galería, transformada en un espacio que remite a la barraca de feria y el pequeño teatro de variedades ambulante. Arte, circo y espectáculo se funden en un juego de escalas, de similitudes y diferencias: el esqueleto al que trata de animar el ilusionista del cuadro multiplica su escala al transfrormarse en corpórea realidad de cartón-piedra a base de publicaciones impresas y anuncios generados por el negocio del arte, y los ojos de creadores tocados por la varita del éxito (extraídos de un Top 100 del Wall Street Journal) flotan por la sala abriendo puertas entre sus propios mundos interiores y nuestro paisaje cultural.
Un aire de acordeón oxidado y de verbena a medio montar sobrevuela esta irónica celebración de los poderes del artista en la caverna platónica de nuestra cultura, pero que también puede ser vista, en otra capa de lectura, como un reflejo de los mecanismos de la creación en los comienzos del siglo XXI.